MUNDODISCO II trata de La Muerte. No del hecho de fenecer en sí (algo que no pasa mucho en el juego) sino del curioso (y familiar) fantasma de la Muerte que anuncia a los desafortunados habitantes del Mundodisco que su tiempo se ha agotado. He tomado prestado este melodramático comienzo del manual del juego, y pese a que los autores del útil escrito admiten claramente que el juego trata realmente de Rincewind, empezaré por el principio…
La Muerte se va de vacaciones
Parece que La Muerte (o al menos la personificación antropomórfica que sólo suele ser visible para los magos de Mundodisco) ha abandonado su trabajo y ha emprendido una vida más relajada en climas más cálidos. Como consecuencia, las personas que han de dejar este mundo quedan a la espera de que alguien les lleve a un lugar mejor. La inesperada defunción del mago Windle Poons llama la atención del Archicanciller de la Universidad Invisible sobre el desafortunado problema. Alguien de quien se pueda prescincir es requerido para reunir los improbables objetos necesarios para celebrar la ceremonia que devolverá a La Muerte a su lugar original en El Orden de Todas Las Cosas.
Aquí es cuando entra Rincewind. Como sabréis los que habéis jugado el primer Mundodisco, Rincewind es un simpático (pero no muy competente) aprendiz de mago. Nada le gustaría más que dedicar su vida a descansar, pero parece estar destinado a correr aventuras en las que ha de conseguir objetos de la forma más rebuscada posible; para colmo tiene una cierta tendencia a que le confundan por mujer debido a su vestido, ejem, traje de mago.
Como el primer juego, Mundodisco II está dividido en cuatro actos, los tres primeros muy largos y bastante complejos. Localizar a La Muerte y llevarla de nuevo por el "buen camino" no es una tarea sencilla que muchos aventureros que conozco no conseguirían. El cuarto acto (incluyendo el epílogo) es mucho más corto, acabándose el juego bastante rápidamente después de todo el trabajo que hay que poner para llegar a ese punto. Esto no es necesariamente una crítica, sólo una observación, supongo que me lo estaba pasando bien y no tenía ganas de que el juego acabara. La conclusión del juego nos permite regresar a nuestra mundana vida dejando que Rincewind se eche una siestecilla al fin.
Mira y escucha
Este juego no es tan complejo como su predecesor, o, al menos, no incluye viajes en el tiempo, Teoría del Caos o mariposas. Aún así, tendrás que usar tu imaginación y tu inventiva para lograr superar muchos de los obstáculos que hallarás. Algunas personas seguramente encontrarán algunos de los puzzles demasiado retorcidos, pero las pistas están allí si estás preparado para observar cuidadosamente (especialmente objetos del inventario) y hablar con todo el mundo.
La conversación incluye algunas secuencias automáticas en las que no tienes ningún control y otras en las que una ventana de diálogo te permite elegir iconos que representan preguntas, sarcasmo, comentarios y temas que hayas descubierto en el transcurso del juego. Pese que la mayoría del diálogo (incluyendo muchas de las observaciones de Rincewind) es simplemente humorístico, en algunos momentos orienta. Hay mucha conversación en Mundodisco II, cosa que a mí no me molesta si el juego es suficiente entretenido pero que puede resultar aburrido a muchas personas. Afortunadamente puedes pasar rápido las conversaciones, o incluso esquivar las conversaciones que ya has tenido; una opción de texto puede usarse para acelerar las cosas en caso de que tus ojos sean más rápidos que tus oídos. Lamentablemente perdarás parte de la diversión porque el diálogo es muy importante en el juego.
Más Monty Python
Aunque basado en el loco mundo de Terry Pratchett, el humor de este juego (y como ocurriera con Mundodisco I) debe mucho a los Monty Python, especialmente a su película "La Vida de Brian". También son muy divertidos los chistes de Rincewind sobre el género de las aventuras y la escena donde La Muerte imita varios famosos personajes del mundo del cine. Más importante aún, Eric Idle ha vuelto a poner la voz a Rincewind; de hecho tras los dos juegos cuesta imaginarse a otra persona haciéndolo. Adecuadamente le acompañan Nigel Planer, Kate Robbins y Rob Brydon, aunque he de admitir que he echado en falta a Tony Roberson y a Jon Pertwee del primer juego. Y por alguna extraña razón la voz de La Muerte me recuerda a Marvin, el androide paranoico de "The Hitchiker's Guide to the Galaxy".
Como persona que disfrutó el primer Mundodisco me alegro de poder decir que no se ha estropeado su excelente fórmula en esta secuela. Los gráficos, aunque son muy buenos, son algo diferentes, menos detallados, y además la apariencia de Rincewind ha sido modificada ligeramente. Parece una caricatura algo envejecida del original. Recuerdo haber tenido una sensación de incomodidad con los gráficos al principio del juego, cosa que no duró más que los pocos segundos que tardé en acostumbrarme. Las escenas intermedias y muchas de las pequeñas animaciones son encantadoras. Aún así algunas pantallas tienen tantas cosas que algunos jugadores con ordenadores poco potentes experimentarán problemas de velocidad.
Controlando tu personaje y el juego
Esta es una aventura en perspectiva de tercera persona,
lo que significa que el jugador controla a Rincewind en la pantalla.
Cuando digo "controla" me refiero a "aquello que
se le permite", porque Rincewind parece tener una mente propia
y no se corta un pelo a la hora de criticarte si le ordenas hacer
algo que le parezca estúpido. El problemas es que cosas
aparentemente estúpidas suelen funcionar así que
tendréis que poneros de acuerdo para atravesar todo el
juego. El interfaz se puede controlar via teclado o ratón
y el cursor es la conocida vengala de estrellas del primer
juego (he de admitir que en algunos momentos la perdía
de vista entre los fondos). Los puntos calientes - personajes
y objetos con los que se puede interactuar son resaltados y nombrados
en pantalla. Una mano señalando te saca, generalmente,
a la esquina de la pantalla, pero (atención: pista) no
confíes totalmente en esto. Examina todas las esquinas
porque algunas pantallas hacen scroll y revelan lugares extra.
Claro que no hace falta que os avise de esto a vosotros, aventureros
expertos que nunca caeríais en esa trampa, ¿no? ¡vaya,
yo caí! El baúl con patas vuelve a ser el inventario
principal del juego, pudiéndose modificar el tamaño
de su ventana arrastrando las esquinas. Y no olvides que Rincewind
también puede llevar uno o dos objetos raros -- a veces
muy raros -- en sus bolsillos. Eso son dos pistas en un párrafo,
lo próximo ya será la solución completa del
juego.
Mundodisco II viene en dos CDs y se puede instalar tanto en Windows 95 (recomendado en el manual) como en DOS. En resumidas cuentas es un entretenido juego, con muchas cosas que hacer y alocados lugares para visitar. Como ya mencioné antes es algo más fácil que su predecesor y, tratándo de La Muerte, posee un humor es algo más negro - dudo haber visto tantas escenas de Muerte en otro juego, pese a que la propia Muerte no marca demasiadas muescas en su guadaña. Si jugaste y disfrutaste el primer Mundodisco seguramente esta aventura te gustará; si no has jugado el primer juego éste te dará ganas de hacerlo.